El ilustrador y diseñador gráfico barcelonés Jordi Giol (2002) ha sido proclamado ganador del XIX Premio Internacional de Novela Gráfica Fnac–Salamandra Graphic gracias a Eslabón débil, un proyecto que ha cautivado al jurado por su «capacidad para explorar la fragilidad, la dignidad y la resistencia en un contexto urbano adverso». El galardón —uno de los más influyentes del panorama del cómic en lengua española— está dotado con 20.000 euros para la finalización de la obra y garantiza su publicación en 2026 bajo el sello Salamandra Graphic.
Creado en 2008 con el objetivo de apoyar nuevas miradas autorales y consolidar la novela gráfica como espacio de experimentación narrativa, el Premio Fnac–Salamandra Graphic se ha convertido en un barómetro del talento emergente y una plataforma de legitimación para proyectos que investigan la frontera entre ilustración, literatura y reportaje visual. En esta XIX edición se han presentado 72 originales procedentes tanto de España como de diversos países latinoamericanos y europeos, lo que consolida la dimensión internacional del certamen.
Un jurado de referencia en el cómic español
El jurado, formado por figuras clave de la cultura gráfica contemporánea —Noelia Ibarra, Paco Roca, Javier Olivares, Gemma Xiol y Darío Ochoa, con la participación sin voto de Catalina Mejía— ha valorado de forma unánime el proyecto de Giol, destacando «la fuerza de su retrato social, el carisma de su protagonista y el modo en que utiliza el lenguaje gráfico para dar voz a quienes quedan invisibilizados en las grandes ciudades».
La presencia de autores como Paco Roca o Javier Olivares, Premios Nacionales del Cómic, da cuenta del prestigio del premio y del cuidadoso proceso de deliberación que lo acompaña. Sus valoraciones convergen en una misma idea: Giol ha logrado articular un relato visual potente en el que la forma acompaña al fondo, sin artificios, con una sensibilidad que pone en primer plano a quienes viven en los márgenes de la narrativa urbana dominante.
Teresa, el rostro anónimo de las ciudades que cambian sin pedir permiso
En Eslabón débil, Giol pone el foco en Teresa, una mujer de alrededor de sesenta años que vive en el barrio del Raval, uno de los espacios más simbólicos de Barcelona, atravesado por conflictos vecinales, procesos de gentrificación, turismo masivo y transformaciones aceleradas. A través de la historia de esta madre que comparte un piso humilde con dos hijos atrapados en la precariedad laboral, la obra retrata una realidad reconocible para miles de familias que asisten al encarecimiento de sus barrios y a un horizonte vital cada vez más estrecho.
La novela gráfica dibuja el día a día de Teresa con un profundo respeto hacia su intimidad: sus desplazamientos por el barrio, sus turnos interminables, las pequeñas renuncias y los silencios que sostienen a la familia. Sin embargo, lejos de caer en el derrotismo, Giol introduce un giro narrativo que redefine el tono de la obra: impulsada por una mezcla de desesperación y valentía, Teresa decide inscribirse en un insólito torneo de boxeo que podría cambiar su situación económica. El ring se convierte, así, en un espacio metafórico donde la protagonista pelea por algo más que un premio.
El autor plantea una reflexión sobre el cuerpo, el trabajo, la resistencia y la memoria de barrio; sobre cómo las ciudades transforman a sus habitantes, expulsando a los vulnerables mientras celebran la modernidad y el atractivo turístico. Eslabón débil funciona como un recordatorio de que la lucha social se compone de pequeños gestos cotidianos, muchas veces invisibles.
La propuesta visual de Giol: síntesis, ritmo y humanidad
Giol, formado en la escuela FemArt, en BAU (donde cursó Diseño Gráfico) y en Elisava (Máster en Ilustración), ha desarrollado un lenguaje propio marcado por la síntesis visual y el ritmo narrativo. Sus ilustraciones combinan un trazo aparentemente simple con una notable capacidad expresiva, permitiendo que detalles mínimos —una postura corporal, una sombra, un gesto fugaz— se conviertan en el motor emocional de la secuencia.
A lo largo de su formación y de sus primeros trabajos profesionales, ha colaborado con estudios y empresas del sector creativo, lo que le ha permitido explorar distintos formatos y desarrollar una mirada versátil. Eslabón débil supone su debut en la novela gráfica de largo aliento, un paso natural en su recorrido, donde confluyen su sensibilidad hacia lo cotidiano y su interés por la narración visual.
Un premio que ha marcado tendencia
El Premio Fnac–Salamandra Graphic ha contribuido desde su creación a descubrir y respaldar a autores que hoy forman parte del canon contemporáneo del cómic en español. Obras como Fueye, La estación de las flechas, La muchacha salvaje, Miércoles, Inercia, Estamos todas bien o Naftalina han obtenido reconocimiento de crítica y público, consolidando el galardón como un sello de calidad.
Los últimos años han ampliado el horizonte temático del premio, abordando desde la memoria histórica hasta el conflicto armado colombiano, la identidad, la ruralidad, el duelo o la violencia estructural. La incorporación de Eslabón débil a esta lista reafirma el compromiso del certamen con proyectos que reflejan el presente social desde perspectivas íntimas y artísticas.
Publicación y exposición itinerante
Además de la dotación económica, el premio incluye la publicación de la obra en Salamandra Graphic a finales de 2026. Fnac organizará también una exposición itinerante con bocetos, páginas originales y material de proceso, que recorrerá durante un año varias de sus tiendas en España, ofreciendo al público una mirada al trabajo detrás de la novela gráfica.
